ORIENTADORA VOCACIONAL
Hola
Mi nombre es Silvia Leiva y ayudo a jóvenes a decidir a qué dedicarse según su propósito de vida para que disfruten de su profesión y de una vida con sentido.
Creo en el poder de las personas, en su sabiduría, en su infinito potencial
y en las múltiples habilidades ocultas en cada ser humano. Estoy plenamente comprometida con mi propósito y estoy agradecida a la vida por darme la oportunidad de trabajar a diario con jóvenes.
Como educadora me duele ver cómo muchos de ellos acaban sus estudios sin saber a qué dedicarse ni qué se les da bien y, en la mayoría de los casos, con un bajo concepto de sí mismos.
¿Tienes dudas sobre estudios o profesión?
Te entiendo y me dedico a ayudarte porque he estado ahí.
Elegir un camino propio es la mejor opción y es más fácil si te acompaña alguien que ha transitado ese camino.
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Mi historia
Desde pequeña supe que quería ser profesora. Me encantaba sentar a las muñecas y explicarles historias en una pizarra. Crecí sintiendo que me dedicaría a eso.
Sin embargo, mi familia tenía un negocio familiar y mis padres esperaban que yo lo continuara junto a mi hermana. Y así lo hice durante dos intensos años hasta que aprobé unas oposiciones de auxiliar administrativo, sin dejar de estudiar la carrera y de trabajar, y conseguí independizarme de mi familia con 21 años. Me sentí muy orgullosa de salir de de mi zona de confort y de apostar por mi sueño.
Al acabar mis estudios me planteé de nuevo dedicarme a mi propósito, pero estaba en una trampa perfecta. Mi familia y amigos me decían que mi trabajo era inmejorable, pues era fijo, bien remunerado y con lo que se consideraba un buen horario. Ese era el mantra que me repetía todo el mundo, hasta yo misma, aunque sabía que allí nunca daría lo mejor de mi misma y me sentía vacía, desganada, muerta.
Aguanté unos años más hasta que una enfermedad me hizo replantearme la vida. Fue un viaje hacia mi interior que me llevó a tomar varias decisiones, entre ellas, dedicarme a la educación. Empleé en ese objetivo todas mis fuerzas. Volví a creer en mí y en el sueño de realizar mi propósito de vida y, desde el primer día que pisé un aula, supe que ese era mi sitio. Me sentí realizada, plena, con ilusión y energía hasta que me curé por completo. ¡Mi propósito me salvó!
Más tarde, después de más de veinte años como profesora me replanteé de nuevo mi profesión y sentí que tenía que aportar algo más al mundo educativo. Tras dieciocho años de profesión, el mundo había cambiado y constaté el sufrimiento de jóvenes, profesores y padres ante un modelo educativo que se había quedado estancado. Me reinventé profesionalmente en búsqueda, una vez más, del que considero que es hoy el propósito de mi vida.
Me formé en desarrollo personal, coaching y Mindfulness y desde hace cuatro años doy clases de educación emocional y sesiones de coaching en un instituto, para dar respuesta a las necesidades que muchos jóvenes plantean y que aún no tienen cabida en el currículum actual. También imparto cursos para descubrir el propósito de vida, ya que me gustaría que tods los jóvenes del mundo encontraran su propósito y lo pudieran realizar. Estoy enormemente agradecida a la vida y a todo lo que mis alumnos me enseñan diariamente.